Mexicano indocumentado mintió al 911 y ahora enfrenta a las autoridades

Un indocumentado víctima de un robo que llamó al 911 y mintió al decir que había sido asaltado con un arma de fuego, pidió que se le exculpe de la muerte de uno de los sospechosos, mientras espera que Inmigración procese su caso.
El mexicano Oscar Carrillo-González, de 26 años, fue detenido por mentir a las autoridades cuando hizo una llamada el pasado 24 de marzo denunciando el robo de su computadora por dos individuos armados, que posteriormente culminó con la muerte de Kendrec McDade, un afroamericano de 19 años.
El jefe de la policía de Pasadena, California, comandante Phillip Sánchez, reiteró hoy que la policía actuó de acuerdo con los protocolos al disparar contra McDade quien huía de uno de los policías por un callejón.
El otro agente bloqueó la salida del callejón con la patrulla y -creyendo que el sospechoso tenía un arma cuando se llevó la mano a la cintura- disparó desde el auto, en lo que Sánchez ratificó como una táctica permitida aunque poco usual.
Carrillo-González declaró a los medios que de ninguna forma él es responsable de la muerte de McDade. Las autoridades federales informaron que esperarán a que el caso se resuelva para decidir sobre la deportación del inmigrantes quien había sido previamente deportado a México en 2006.
“No soy la persona que robó en mi carro, no soy la persona que le disparó” dijo Carrillo-González acompañado de su abogado.
Según la transcripción oficial de la llamada al 911, cuando la operadora le preguntó para confirmar si ambos tenían un arma, Carrillo-González respondió, “sí, yo sé, ambos tenían un arma”.
La familia de McDade presentó una demanda federal contra la ciudad de Pasadena, en la que alega muerte por negligencia, negligencia y violación de los derechos civiles de la víctima.
Según la demanda luego de recibir varios disparos en el pecho, el joven afroamericano -quien no murió inmediatamente- trató de hablar con los policías que lo dejaron en el piso sin ofrecerle los primeros auxilios. McDade murió posteriormente en el hospital.
Los dos oficiales que dispararon contra McDade, Jeffery Newlen y Mathew Griffin fueron suspendidos de sus funciones mientras se desarrolla la investigación.
El otro sospechoso que huyó con McDade, un joven de 17, años está en la cárcel y enfrenta cargos por robo mayor, robo comercial y violación de su libertad condicional. La fiscalía decidió, por ahora, no presentar cargos de homicidio involuntario contra Carrillo-González.

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