Hasta el mismísimo Hugh Hefner se hubiera infartado de haber escuchado las declaraciones de Celia Lora y Daiana Guzmán, sus flamantes playmates mexicanas que se enfrascaron en una serie de declaraciones donde las mentadas de madre fueron enviadas cual caluroso saludo entre ambas por el caso Kalimba en plena alfombra roja donde desfiló la canadiense Pamela Anderson. Sí, aunque usted no lo crea, mientras los ejecutivos de la publicación levantaban sus copas de champaña, Celia en sus declaraciones a los medios ofendió hasta cansarse a la joven que apenas cumplió los 18 años y ya se quitó la ropa para comercializar sus curvas al público seguidor de la revista. Celia, quien acaba de salir en la pasada edición de octubre, trató de aguantarse dar un comentario sobre la joven “ningún comentario, que Dios la bendiga, no tengo nada qué decir sobre esa mujer…”, pero al voltear y ver que su enemiga estaba rodeada también de reporteros gritó “que chingue a su madre”, con lo que provocó que los medios le cuestionaran el porqué de su desprecio hacia la joven. “Esa vieja se metió con mi amigo, le provocó muchos problemas y claro que me cae gorda, por eso que chingue a su madre”, volvió a repetir la hija del cantante de El Tri. Mientras, Daiana, quien escuchó perfectamente las ofensas, respondió “qué bueno que me recuerde a mi madre, muchas gracias por eso. Yo tomo los consejos y mentadas de mami como son, no me importa y yo sé quién soy y me siento feliz”, dijo. Mientras, Celia Lora con un léxico que sólo se puede escuchar en la zona de descarga de La Merced continuó agrediendo verbalmente a la joven, “no la conozco físicamente, nada más por sus chichitas ¡ups!.. no está para ser quien esté en la edición de diciembre”, afirmó con la dulzura y delicadeza que la caracteriza. Por último, con risas comentó: “pensé que venía a limpiar las mesas o lavar los platos, no está para nada más”, comentó. Por supuesto que esta serie de declaraciones dejaron boquiabiertos a los invitados que nunca se esperaban tener como invitadas a tan excéntricas estrellas, claro, como dice el dicho “el indio no tiene la culpa, sino quien lo hace compadre”, y esperar que los encargados de la revista en Estados Unidos no cierren la edición México, cuando se enteren que dentro de las características con las que cuentan sus playmates son escándalos como el de estas dos jóvenes.