Existe la creencia popular de que la orientación sexual de una persona se puede detectar por la dilatación que experimentan sus pupilas cuando ven a un individuo atractivo. Por primera vez, investigadores de la Universidad de Cornell han tratado de averiguar si esta idea tiene alguna base científica. Usando lentes infrarrojas para medir los cambios pupilares que se producen en personas heterosexuales, homosexuales y bisexuales mientras visualizan vídeos eróticos, han demostrado que la orientación sexual se puede “adivinar” por el comportamiento de la pupila.
Según los autores del estudio, la ventaja de esta tecnología es que se puede explorar la orientación sexual de una forma no invasiva. En los experimentos, los hombres heterosexuales mostraron una fuerte respuesta pupilar a los videos sexuales de mujeres, y apenas ninguna cuando los protagonistas eran hombres.
Sin embargo, las mujeres heterosexuales mostraron respuestas pupilares ante ambos sexos, confirmando así que la sexualidad femenina es diferente a la masculina. En el caso de los hombres bisexuales sí se observó que las pupilas aumentaban de tamaño ante escenas protagonizadas tanto por hombres como por mujeres. Y las pupilas de los varones declarados homosexuales se dilataban mucho más que la de sus compañeros heterosexuales ante las imágenes eróticas de otras personas del mismo sexo.
Según los científicos, los resultados muestran que no existe una separación tan tajante como se suele pensar entre “hetero”, “homo” y “bi”.Cuando se trata de sexualidad humana, se debería hablar de “mayoritariamente heterosexual a mayoritariamente gay”, afirma Ritch C. Savin-Williams, coautor del trabajo. Según su interpretación, “las diferentes sexualidades se inscribirían más bien dentro de un rango”, concluyen los autores.