Dice un hombre casado a un amigo:
“Me casé con mi mujer hace veinte años. Al principio la besaba y abrazaba tanto que ella temía que la asfixiara”.
“¿Y ahora?”
“Ahora creo que eso es lo que voy a hacer”.
Era un señor le pregunta a su compadre:
Oiga compadre, me voy de viaje, ¿cómo hago para que mi vieja no se embarace?
Le responde:
¡Pues mejor, llévesela!
Yo tenía un hermano tan tonto, pero tan tonto, que encontró trabajo de taxista y, un día se subió un tipo y le dijo:
– Llévame donde haya mujeres que quieran salir.
Y el tonto de mi hermano lo llevó a la cárcel de mujeres.
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