¿Las personas casadas y con trabajo enferman menos?

Estar casado, tener un alto nivel de estudios, tener un alto nivel socioeconómico y estar trabajando son factores que protegen frente a las enfermedades, según revela un estudio de la Universidad de Granada. La renta per cápita de los individuos de una región actúa como factor protector de las enfermedades crónicas.

Para llevar a cabo esta investigación, sus autores emplearon los datos de dos encuestas: la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2007, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y la Base de Datos Longitudinal de la Población Andaluza del año 2001, elaborada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Los investigadores de la Universidad de Granada han determinado que la renta individual de una persona “se asocia positivamente con su estado de salud”. Igualmente, el nivel educativo está estadísticamente asociado a la ausencia de enfermedad: a mayor nivel educativo, mejor salud. Este resultado es cierto para diferentes variables de salud utilizadas (la salud auto percibida –la percepción que un individuo tiene de su propio estado de salud–, la enfermedad crónica y el riesgo de tener una pensión de invalidez o de incapacidad permanente).

Asimismo, los resultados de esta tesis ponen de manifiesto la importancia de la familia para explicar las variaciones individuales en el estado de salud de una persona; así, más del 30% de la variación del estado de salud a nivel individual se debe al entorno familiar. El capital social es otro factor rotector frente a la mala salud, pero solo en el caso de las mujeres.

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