La cercanía que puede tener tu pareja con tus amigos es algo normal, de hecho es parte de la aceptación que tienen unos con otros, de hecho, grandes amistades surgen de eso, pero cuando te gusta la novia (o) de tu amigo o amiga las cosas cambian, más si se llega al sexo.
En la red, esas historias son muy comunes; en diversos sitios electrónicos, como Enfemenino.com se recopilan relatos de experiencias de ese tipo, como el siguiente:
“Un día andaba en una fiesta con mi novia, mi mejor amigo y su pareja. Hubo mucho alcohol, yo no tomé mucho pues era el conductor, y la novia de mi amigo tampoco. Terminó la fiesta, nos subimos al carro y fuimos a dejar a mi novia, a mi mejor amigo,
quedamos su novia y yo. (…) Cuando íbamos en camino me dijo que ella ya le había sido infiel algunas veces, me preguntó que si no me gustaba, le dije que era muy bella, entonces ella me besó, y como es muy guapa tuve una erección, ella me hizo sexo oral.”
Comentarios como este, reales o no, reflejan que es una fantasía que no es difícil de llevar a cabo, más si entre los dos hay una complicidad y gusto.
La fantasía puede quedarse ahí, ya que no depende sólo de uno, sino de dos para cumplirla; además, por obvias razones no es algo que compartas con tu pareja. Si no sucede, lo mejor es dejarlo pasar, olvidarlo; porque, ¿para qué deseas externarlo, cuál sería el beneficio, a quién ayuda, cuál es el objetivo?