Recomienda el Papa contra las fuerzas del mal, antes de partir a Cuba; Benedicto XVI también pidió a la Virgen de Guadalupe que cuide a los mexicanos, pero los llamó a ser valientes y trabajar por su futuro como ciudadanos responsables
– El Papa Benedicto XVI dijo adiós al pueblo de México,” hasta siempre, queden con Dios”. “Que Dios los bendiga y la Virgen de Guadalupe los proteja”; y convocó al pueblo de México a no dejarse amedrentar por las fuerzas del mal y ser fiel a sí mismo.
En la emotiva ceremonia de despedida, el Sumo Pontífíce conminó al pueblo de México a ser valiente y trabajar para que la savia de sus propias raíces cristianas haga florecer su presente y futuro.
El Santo Padre pidió a los mexicanos ser buenos ciudadanos, conscientes de su responsabilidad de preocuparse por el bien de los demás, de todos, tanto en la esfera personal, como en los diversos sectores de la sociedad.
Ante más de tres mil invitados especiales, obispos, cardenales, gabinete presidencial, gobernadores reunidos en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, Joseph Ratzinger, comentó: “mi breve pero intensiva visita a México llega ahora a su fin”. Aunque dijo que “no es el fin de mi afecto y cercanía a un país que llevo muy dentro de mi”.
Me voy, agregó, “colmado de experiencias inolvidables, como inolvidables son tantas atenciones y muestras de afecto recibidas”. También aprovechó para agradecer al Presidente Calderón y a las autoridades que hicieron entrañable su visita a México.
En su mensaje de despedida, antes de partir hacia Santiago de Cuba, el Vicario de Cristo externó: “aliento ardientemente a los católicos mexicanos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder a la mentalidad utilitaria que termina siempre sacrificando a los más débiles e indefensos.
“Los invito a un esfuerzo solidario que permita a la sociedad renovarse desde sus fundamentos para alcanzar una vida digna, justa y en paz para todos”, indicó.
El Jefe del Estado Vaticano resaltó que durante su visita, de tres días a Guanajuato, fue testigo de gestos de preocupación de diversos aspectos de la vida, unos de más reciente relieve y otros que provienen de más atrás, y que tantos desgarros siguen causando.
Por ello agregó: “los llevo igualmente conmigo, compartiendo tanto las alegrías como el dolor de mis hermanos mexicanos, para ponerlos en oración al pie de la cruz, en el corazón de Cristo, del que mana el agua y la sangre redentora”.
Agradece apoyo
El Jefe del Estado Vaticano dio las gracias de todo corazón, “a cuantos han facilitado o colaborado para que, tanto en los aspectos destacados como en los más pequeños detalles, los actos de estas jornadas se hayan desarrollado felizmente.
Asimismo, pidió al Señor que tantos esfuerzos no hayan sido vanos, y que con su ayuda produzcan frutos abundantes y duraderos en la vida de fe, esperanza y caridad de León y Guanajuato, de México y de los países hermanos de Latinoamérica y el Caribe.
Al concluir su mensaje, dijo: “queridos amigos mexicanos, les digo ¡adiós!, en el sentido de la bella expresión tradicional hispánica: ¡queden con Dios! Sí, adiós; hasta siempre en el amor de Cristo, en el que todos nos encontramos y nos encontraremos. Que el Señor les bendiga y María Santísima les proteja”. Muchas gracias.