Seguramente, Julión Álvarez no la está pasando nada bien tras el lío legal en el que se encuentra metido. Sin embargo, no todo está perdido para el cantante, quien no ha sido el primero en ser señalado ante alguna ilegalidad.
Al igual que él, otros famosos se han enfrentado a esta situación y estos son algunos ejemplos de los que lograron seguir adelante con su carrera después del susto.
Jenni Rivera
Fue en el 2009 cuando “La Diva de la Banda” fue detenida en el aeropuerto de la Ciudad de México por llevar consigo más de 50 mil dólares en efectivo que no declaró. Tras estar unas horas detenida, la intérprete pagó una multa y pudo viajar a Los Angeles, hacia donde se dirigía.
Larry Hernández
Ser acusado de secuestro no debe ser algo sencillo y, tras haber estado en prisión tres semanas y enfrentar un proceso legal en Carolina del Norte, Larry salió bajo fianza, pagó una multa y pudo continuar con su vida normal.
Por supuesto, todo esto cambió la vida del cantante, quien dejó el alcohol y ahora está más dedicado a su familia tratando de alejarse de los escándalos.
Ramón Ayala
El ex volcalista del Recodo se llevó un gran susto cuando en 2009, él y Los Cadetes de Linares fueron detenidos en Cuernavaca, Morelos, durante una narcofiesta, en donde se encontraba Édgar Valdez, “La Barbie”. Por unas horas, se pensó que Ayala podría ser involucrado con el delincuente, sin embargo, logró salir libre y ya más tranquilo, aclaró que no sabía para quién estaba cantando.
Pablo Montero
Pablo siempre ha hablado con honestidad sobre sus adicciones y los años en los que no le importaban las consecuencias de consumir alcohol y drogas en exceso. Eso cambió cuando, en 2007, un oficial de policía lo detuvo mientras conducía a exceso de velocidad en Miami.
Al ser registrado, el agente encontró cocaína en el auto. Montero pasó un tiempo en prisión y al salir, comenzó su rehabilitación, lo que cambió su vida por completo.
Paquita la del Barrio
En el 2006, Paquita fue detenida por las autoridades mexicanas acusada de defraudación fiscal. Fue llevada a un reclusorio femenil hasta que sus abogados solucionaron el problema. Eso sí, al final tuvo que pagar lo que debía con trabajo y multas.